Todos estamos al tanto de su fallecimiento, que lamentamos a todo nivel. Humano y Empresarial.
Sabemos también que su participación en el desarrollo de los productos era fundamental. Era el “alma pater”. Se dicen maravillas sobre su criterio comercial, técnico, de marketing y de diseño. Sin duda todo es cierto, dados los maravillosos resultados obtenidos por Apple.
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El genial Steve Jobs. |
Hasta ahí todos de acuerdo.
Ahora sucede, que fallecido Jobs, el más importante de la Empresa, el sin duda más difícil (o imposible) de reemplazar, algunas voces vaticinan el posible decaimiento de los resultados empresariales, de desarrollo, etc. al faltar la “locomotora” de ideas que significaba Jobs vivo.
Ahora qué hacemos? Tendremos que inventarnos algo para seguir siendo líderes, dijeron los continuadores preocupadísimos!
Y allí empieza el impiadoso descuartizamiento y el guardar “sus trozos” para más adelante.
A grandes males, grandes remedios (habrán pensado los herederos del fallecido). Y lo lograron!
Se inundaron las agencias informativas con noticias muy pulidas, diciendo que Jobs dejó preparados y analizados los temas para los próximos 4 años!...Para toda la línea de productos!...Ya está. Todo arreglado.
Milagro. Jobs seguirá desde arriba con su “teta infinita”, controlando el desarrollo comercial de Apple y los compradores seguirán pensando en lo profundo de su corazón manzanístico, que todo lo que Apple presente como nuevo producto, ya estuvo pergeñado por Steve Jobs, lo que garantiza por esta mística repetida, un resultado en ventas positivo.
Cierto o falso, este recurso ya se usó innumerables veces.
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La Sagrada Familia de Gaudí y continuadores varios. |
Me refiero (seguro se dieron cuenta) a la Sagrada Familia. Esta obra sigue alimentando a una cuadrilla de profesionales, empresas, obreros, escritores, subsidios, donaciones y admiradores fascinados por el misterio de nunca acabar que representa esta obra que nunca debió ser continuada después de la muerte de Gaudí. Pero es un buen negocio...para qué negarlo.
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Castillo de Campanita de Walt Disney |
Con Apple pasará lo mismo. Los admiradores a ultranza de Jobs, seguirán con la eterna ilusión y pensarán seguro, segurísimo, que el nuevo producto que compren dentro de 25 años, ya estaba previsto por el genio de Cupertino. No se sabe si el producto será mejor, igual, o peor. Pero la ilusión y la mística que no falte…
Si pensamos que la Sagrada Familia se sigue construyendo como si Gaudí existiera, porque no un IPhone 23 FS, dentro de unos años!
Como si la teta de Steve Jobs (con perdón) fuera eterna...
Muy acertado el paralelismo entre Jobs y Gaudi. Ambos vendian sensaciones y emociones, no necesidades reales. En este mundo tan materialista, tampoco está mal comprar sensaciones con un ipad por 1000 euros o visitando la Sagrada Familia (nunca la visité, por cierto)!
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